domingo, 16 de marzo de 2008

Reconociendo Los Valores Locales

SEMBLANZA E INTERPRETACIÓN DE LA VIDA DE JOSÉ SÁNCHEZ ARÉVALO (POETA, ESCRITOR Y CRONISTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS)

Por Alberto Alvarez y Luis A. Colmenares

Su infancia transcurre en medio de cuentos, de alegrías junto a su padre y rodeado de la dulce compañía de los ancianos, influyendo ellos en la profesión que posteriormente ejercerá, inclinándolo a la lectura, a la escritura, al relato, etc. Es así como José Sánchez se va compenetrando con la oralidad, al respecto señala “Cuando yo inicié, no tenía idea de qué era la oralidad y eso lo aprendí desde muy joven, desde prácticamente un niño y no sé de dónde me viene esto, debe ser genético, mi papá me contaba muchos relatos y de allí proviene mi libro…” más adelante agrega “… desde pequeño me interesó siempre arrimarme a las personas mayores, a los viejitos y viejitas y me hechizaban esos relatos, realmente un hechizo sobre todo donde hay muertos y fantasmas me hechizaban y bueno, me interesó tanto que empecé a leer esas cosas y teniendo la suerte de haber tenido maestros que me indujeron a los cuentos, leyendas y mitos, ya tengo treinta años trabajando eso de la oralidad”
Quizás a esto último se deba el toque místico que este personaje le da a sus escritos; buscando atraer al público hacia la búsqueda de lo desconocido, lo profano, en fin, lo místico. De allí la importancia de la leyenda en sus obras, sosteniendo que “La oralidad es fundamental, ya que de ahí viene la historia; la oralidad no se va acabar porque es transmisión oral del saber y los conocimientos”.


José Sánchez no considera su labor de escritor como un pasatiempo, sino que más bien para él es un oficio, es una vocación, por lo tanto se hace con amor, aunque se dedica a otras actividades económicas para satisfacer sus necesidades básicas, es así como en sus frases agrega: “… es un oficio y me dedico completamente a eso con todo mi ser y en ratos libres hago trabajo en el campo con un amigo, específicamente cunicultura, pero trabajo he desempeñado bastante: trabajé de mesonero, de Dj, viví dos años en Colombia como cargador de maletas”.
Desde siempre le han interesado las artes, expresa su amor por ellas a cada instante, sin embargo podría pensarse que desde su infancia ha tenido la oportunidad y la posibilidad de estudiar las artes en alguna institución pública o privada, sin embargo, para sorpresa de muchos su experiencia académica ha sido poca, aunque ha tenido un maestro que está por encima de la academia “el pueblo”. Por esta razón, sostiene: “… aunque no soy académico, tomo en cuenta lo académico y el conocimiento autodidáctico, pero he aprendido de la sustancia del pueblo porque el pueblo es quien te enseña con su manera de hablar, los giros que le dan al contar, a relatarla y la búsqueda y conocimiento ya más serio a través de la lectura y el estudio para poderles dar un carácter más literario, más artístico…”


De esta manera se va descubriendo la personalidad de José Sánchez; una persona cuyas puertas están abiertas y cuya serenidad y semblanza asombran e hipnotizan al oyente, con el único deseo de que la historia que cuenta no termine, y cuya tranquilidad de su hogar, a la sombra del árbol de mango cobijan la paz y la armonía del entorno en que se sumergen aquel que cuenta y aquel que escucha. En este sentido afirma: “Yo soy una persona muy comprensiva y amable, aunque ustedes no me lo han preguntado, un poeta debe ser un perseguidor no sólo del conocimiento, aunque todo es conocimiento, sino es un perseguidor de lo incognito…”



De tal forma que en este personaje se reúnen varios rasgos: la honestidad, el valor de la justicia, la humildad y su vocación por el trabajo. Cada uno de estos valores son reconocidos por la comunidad de San Francisco de Asís y más allá de las fronteras. Además se le reconoce que su profesión ha surgido gracias a su esfuerzo intelectual y económico; aunque en un principio no fue entendido por la gente más cercana y por quienes de lejos lo veían. De esta manera agrega: “Me consideran un cronista literario de la comunidad y ustedes son testigos de eso en presenciar lo que estoy diciendo; me gano la vida en ayudar a los estudiantes. Yo reunía el dinero para pagar en fotos y para poder viajar en otras partes porque la gente piensa que investigar es fácil; hay que llegar hasta la frontera para que te den información. Para trabajar se requiere amor, constancia y hay que enfrentar las críticas y los problemas que enfrenta esta vida y eso a mi me lleva a seguir adelante, me da mucha fuerza”.

Sin embargo, la tarea del escritor, del investigador como se ha visto no es nada fácil para la persona de José Sánchez, y lo dice en términos propios de la cotidianidad del venezolano común: “… vamos a hablar criollamente, es un trabajo bonito, no es la cuestión de la indagación, que después es que viene la ciencia; por lo menos el testimonio oral, coño, los giros que te da la investigación sobre todo cuando vienen del saber genuino del pueblo, es arrecho, por eso te da unos giros porque la persona te está hablando y de repente te da una vaina que dijo que es interesante… coño de repente me das dentro del mismo relato, me haces otro relato y utilizas palabras arcaicas o modernas o inventas tus propias formas de decirle y sentirle sonido, que coño, ¿cómo lo llevo yo a graficar? ¿cómo lo grafico?, coño es arrecho porque a veces se mezcla la interrogación con la admiración”
La percepción y el sentimiento que refleja el personaje hacia su tierra se arraiga en lo profundo de su ser y es lo que lo lleva desde niño a explorarlo, y ahora como adulto a reconocerlo en las páginas de sus libros, de tal manera que esos valores se han fortalecido con el tiempo, es así como expresa: “… tengo mis raíces bien adentro en este terruño y conozco cada centímetro por lo que he recorrido, ¡no la calle!, es el pueblo, todo su extremo y contorno, cada quebrada, cada río, cada arrollo; conozco su toponimia, he investigado sobre la toponimia, inclusive estamos investigando… yo amo a este pueblo, he tratado de dejar un legado; yo no soy el primer escritor que da San Francisco de Asís”.
Su Concepción acerca del lugar va más allá de un mero término, el lugar para él se convierte en una categoría que se eleva a lo suprahistórico, por tal motivo para él “… el lugar tiene un carácter universal, el lugar no se puede quedar en el lugar y el lugar tiene que trascender a lo universal, sea la palabra escrita, como oral. La palabra escrita puede ser en canciones, literatura, pero tiene que trascender a través de las palabras, son crónicas, las cuales son de carácter universal, es la casa del mundo…”
De tal manera que existe una vinculación inseparable, un imposible divorcio entre el hombre y el artista, es decir, las obras son parte de la vivencia de José Sánchez, en tal sentido, sus éxitos se los debe y dedica a su pueblo, a su terruño, además de entender que su éxito a requerido un esfuerzo intelectual y económico, en este sentido hablando de sus obras expone: “Tengo dos libros inéditos, tengo un libro de ensayo sobre la casa, es la visión del hombre y su cosmogonía; la casa de bahareque, la casa de ladrillo. Entonces me dio por hacer un ensayo, envié mi libro y obtuve una mención honorífica, verdad que yo nunca esperaba que mi libro fuese a tener una aceptación… Las Casas de San Francisco de Asís, es un libro que me costó mucho hacerlo, me costó bastante sacrificio económico, bueno, por todo lo que uno pasa en este ejercicio de la literatura”.


Libros Publicados Por José Sánchez




"San Francisco de Asís Vitral de Memorias"




"De Guaremal A Garabato"









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